Línea difusa entre ideología y filosofía crítica

Fecha: 17 octubre, 2023 por: dariomartinez

Respuestas que pretende ser argumentadas sobre el peligro de los grandes ideales, de las ideologías con rostro doctrinal y alienadoras. Una breve reflexión.

1.- ¿Es importante la crítica filosófica de las ideologías? 

Nos ayudaremos de un camino ya recorrido. Muchas son las conferencias del profesor Gustavo Bueno en las que al asomarse a un contenido problemático para su análisis entiende como necesidad ineludible la fijación de unos límites que permitan un discurrir reflexivo con sentido. Así comienza con su bisturí reflexivo definiendo cada uno de los términos contenidos en el título de la propuesta sugerida para su análisis filosófico. El propósito no es otro que el de hilar un discurso inteligible del que todos podamos participar. Las ideas principales del problema filosófico que se va a tratar han de ser nítidas, lo que no quiere decir que en su núcleo, cuerpo o curso no sean problemáticas. Empero, hila un discurso comprometido, no ecléctico, y toma partido por la alternativa más potente posible con el fin de construir un juicio luminoso que deje atrás la simple conjetura. Por este motivo procuraremos ser breves e intentaremos a un tiempo ser precisos.

Así pues, como definición inicial y siguiendo al padre Feijoo, entendemos por  «critica» la puesta en marcha de un hacer reflexivo riguroso que permite deshacer mentiras, eludir errores, desengañar. Para ello se ha de entender el «criticar» como un proceso dialéctico de clasificación, discriminación, distinción y comparación de sistemas doctrinales enfrentados. Luego la crítica es una aliada de la filosofía, ¿pero de qué filosofía hablamos? Sin entrar en detalles de mayor calado, por «filosofía» entendemos un tipo de reflexión de tradición griega que apoyándose en otros saberes, por un lado y fundamentalmente en aquellos capaces de construir operatoriamente evidencias de naturaleza científica: teoremas o leyes anantrópicas, y por otro lado en aquellos otros que desde el campo de lo práctico y humano, es decir ético,  sean utilizados como evidencias asociadas a la vida corpórea humana, en otras palabras: la fortaleza de Espinosa que dirigida hacia uno mismo es firmeza y dirigida hacia los demás es generosidad. Será el filosófico un saber cuyos materiales de trabajo son las ideas, contenidos trascendentales que han de ser geometrizados, sistematizados, estructurando de este modo un discurso beligerante y dialéctico frente a presuntos saberes que siendo revelados se antojan dogmáticos, cerrados, ajenos a la duda, inexpugnables (caso paradigmático podría ser el de las religiones monoteístas articuladas en torno a una teología dogmática aceptada desde la fe como evidente en sí misma), o bien beligerante y dialéctico frente a posturas disidentes de la razón que por nihilistas muestran como resultado un erial, una posición embriagada de desidia y barbarie, de nesciencia atomizada y aupada al falso rigor de lo sentido y particular, siendo esta realidad vacía e idealista una situación para el combate de ideas imposible.

Un tercer término, esencial a la hora de abordar el asunto que se nos demanda ¿Qué hemos de entender por «ideología»? Desde nuestra perspectiva lo hemos de entender como saber doctrinario y sistemático de un grupo frente a otro grupo o grupos (Bueno, 2015). Se muestra ajeno al error, se promociona como impecable, y siendo de una parte se entiende (emic) como global, e incluso como capacitado para dar perfecta cuenta del presente en marcha y del futuro por venir, conteniendo por tanto en su núcleo un sesgo escatológico. Además su fuerza está en la fidelidad de sus correligionarios, compromiso ciego que puede ser problemático si es capaz de hacerse con las riendas del poder político y lo ejecuta de forma coactiva, e incluso en situaciones extremas llega a aceptar como necesidad para la supervivencia del grupo dominante la eliminación del disidente. Su turbia legitimidad solo puede ofrecer un campo de héroes y villanos.

Tratadas las tres ideas centrales. Responderemos a la cuestión planteada con la guía ya más arriba ofrecida. La filosofía es un límite absolutamente necesario, es una conciencia verdadera, sistematizada, alternativa. La filosofía de corte académico ha de construir argumentos que derriben aquellos doctrinarios más perversos por tenebrosos, oscuros, nebulosos, capaces de alterar la realidad, moldeándola a favor de intereses particulares, y de modificar los contenidos semánticos del predicar propio del saber reflexivo humano en tanto que miembro activo de una sociedad política, de un Estado, que como ciudadano tiene como compromiso ineludible la obligación filosófica de hacer ciudad (Platón). Por tanto se han de demoler las mentiras colectivas y más si se transforman en delirios de la mayoría:

«La conciencia falsa no reconoce las contradicciones y además se esfuerza por ocultarlas (esto se correspondería con la impostura, es decir, el ideólogo no es ningún ingenuo, y más bien se pasa de listo). Así, la conciencia falsa será «el atributo de cualquier sistema de ortogramas en ejercicio tal que pueda decirse de él que ha perdido la capacidad “correctora” de sus errores, puesto que cualquier material resultará asimilable en el sistema. Según nuestras premisas, esta atrofia de la capacidad “autocorrectora” sólo podrá consistir en el embotamiento para percibir los mismos conflictos, limitaciones o contradicciones determinados por los ortogramas en ejercicio, eventualmente en la capacidad para envolverlos o encapsularlos en su curso global. Es obvio que los mecanismos efectivos que llevan a este embotamiento (al menos cuando se trata de las grandes formaciones ideológicas) no son tanto psicológicos o individuales (derivados de patologías, desviaciones de personalidad) cuanto sociales y políticos» (López Rodríguez, 2018, p. 25).

Al dominar, al coaccionar todo debate público, al imponer la censura individual por prudencia política, el silencio generalizado se materializa en pathos social. La felicidad canalla es inactiva, es la cara amable del silencio político como ciudadanos, es acrítica, es una ideología de la que se puede salir, pero asumiendo riesgos. El precio por aceptar la idea fuerza de felicidad es elevado. El descrédito de la política es la llave no deseada, pero real, para que seamos gobernados por los peores hombres nos decía Platón (López Rodríguez, 2022, 440). La filosofía crítica ha de identificar urgentemente las ideologías más dolosas, especialmente aquellas que promuevan la distaxia, la quiebra misma de la sociedad política de convivencia en aras a unos presupuestos ideológicos absurdos, rancios e ineficaces. De espaldas al interés general, y como conciencia falsa que es, entiende la parte, o sea la ideología de su partido, como un todo omnisciente, como la última revelación de la razón monista, inmaculada e indubitable. Filosofía falsa por gnóstica.

2.- ¿Qué papel sería posible atribuir a la filosofía en relación con las ideologías en nuestro presente? 

Atenderemos a esta segunda cuestión siendo conscientes de que ambos interrogantes planteados son disociables pero no separables.

Su papel será el de alternativa no adjetiva, sustantiva e independiente contra el peligro de los grandes ideales porque:

«Ocurre que los ideales multiplican las oportunidades de ejercer el mal sobre otros seres humanos manteniendo, sin embargo, la buena conciencia [la falsa conciencia diríamos nosotros]. Ciertas constelaciones ideológicas, esto es, los proyectos cerrados y dogmáticos de explicación y transformación del mundo, sirven de base a los males políticos, no los eliminan. Dan potencia justificadora a la transgresión, no la prohíben. Ofrecen solaz y consuelo, coartadas sutiles para la matanza, no imperativos para evitarla” El añadido entre corchetes es nuestro. (Del Águila, 2008, p. 38).

El protagonismo de la filosofía crítica pasa por estar presente, no renunciar a su tarea, y especialmente hoy por no abrazarse a la no sistematicidad posmoderna, banal y sobre todo estéril. Su papel es demoler mentiras, orientar a los ciudadanos (no del mundo, sí de un Estado) para comprometerlos con la emancipación de las cadenas que los condenan a lo más profundo de la caverna. Un ejemplo, una ideología dominante, al menos en España de la mano de una facción cohesionada por el odio al Estado que niega pero del que cobran, hablamos de la ideología de género más activa. La filosofía crítica ha de denunciar los errores, aunar argumentos apagógicos, que muestren el absurdo de sus dislates, de sus ocurrencias dirigidas a los sentimientos de un individuo anónimo y no comprometido con proyecto común alguno, aislado, solo, flotante, pura voluntad y abierto únicamente a digerir lo extravagante. Errores que han de ser mostrados con la actividad más potente posible de una filosofía verdadera que al abrigo de las evidencias científicas, y de la eficacia práctica para construir nuestra sociedad en marcha, nieguen la idea de la inexistencia biológica, real, del sexo al englobarlo y engolfarlo en la confusa idea de género. Desde ella, y debemos subrayarlo, se reinicia una vuelta más a los estereotipos, a los prejuicios que desde el feminismo se intentaban extirpar en aras a una igualdad de mujeres y hombres una vez que saben que su protagonismo político, como ciudadanas de pleno derecho, es ser libres en el espacio público y dejar de lado su papel alienador de simple agrado público y libertad doméstica. Su lucha como mujeres no ha de pasar por un proceso voluntario de desontologización de su sexo con el objetivo de alcanzar los supuestos nuevos derechos emancipadores:

«El Manifiesto contrasexual es un protocolo dadaísta contra la sexualidad –como el manifiesto dadá lo era contra el arte- cuyo primer artículo demanda que se borren las denominaciones “masculino” y “femenino” correspondientes a las categorías biológicas varón/mujer; macho/hembra; del carnet de identidad, así como de todos los formularios administrativos y legales de carácter estatal» (Errasti, Pérez Álvarez, 2022, p.153).

El feminismo pasa por reivindicar la condición sexual de la mujer no por trascenderla y arribar a una fluidez absurda que no sabe cómo enfrentar la realidad, abocando en muchas ocasiones al nuevo individuo transhumano a un proceso de hiperreflexión sobre su propio cuerpo desquiciante por patológico.

Ahora bien, nos decía Francisco Caja en una de sus charlas en la Fundación Gustavo Bueno, azote del nacionalismo catalán, que contra la ideología neofeufal de los nacionalismos étnicos y separatistas no valen, datos, razones, ni buenos argumentos, es decir no vale filosofía crítica alguna. No querer voluntariamente escuchar impide entender y no digamos saber. El contorno de muchas de las ideologías hoy más activas no es permeable al cambio, y menos si procede de un entorno elaborado y reconocido como saber filosófico crítico, sistemático, y escrito en español. Saber no metafísico por materialista e implantado políticamente, y cuya urdimbre de reflexión huye de la torre de marfil académica dirigiéndose decididamente de vuelta al fondo de la caverna.

Bibliografía.

Gustavo Bueno Martínez, En torno a la Ideología y la Filosofía de la Democracia (10/12/2015). https://www.youtube.com/watch?v=1wkuaRNjbUc    

Del Águila, Rafael. Crítica de las ideologías. El peligro de los ideales. Taurus, Madrid, 2008. 207 págs.

Errasti, José y Pérez Álvarez, Marino. Nadie nace en un cuerpo equivocado. Éxito y miseria de la identidad de género. Ed. Deusto, Barcelona, 2022. 293 págs.

López Rodríguez, Daniel. Historia del Globalismo. Una filosofía de la historia del nuevo orden mundial. Ed. Sekotia, Córdoba, 2022, 444 págs.

López Rodríguez, Daniel. «En torno a la Idea de ideología», El Basilisco, número 51, 2018, págs. 19_29. https://fgbueno.es/bas/bas51b.htm

Nota.  Anotación y comenatrio a un análisis ajeno a mi persona sobre las mismas cuestiones.

Muy acertada tu reflexión final, la tiranía de lo subjetivo frente a la terca realidad. Idealismo ficción refugiado en un yo como existencia única, al margan de cualquier coexistencia que pueda perturbar su ser esencial. Lo peor es que esta mentira perversa domina, y donde antes se buscaba el ideal de la libertad, capacidad que exige lucha, ahora se persigue la felicidad a cualquier precio, la diversión permanente, la huida del compromiso. Un mundo de tribus virtuales que ahonda en la soledad, en la miseria, en la hiperreflexibilidad sin salida, patológica, y en nuestro presente en marcha tristemente y médicamente cada vez más abundante.

Ante esta situación, la pregunta que se plantea ¿quiénes son los responsables directos de la construcción de una red (web) tan perversa, ideológicamente tenebrosa, y con un sinfín de felices y no libres moscas atrapadas en la soledad de la colectividad de internautas? ¿Cuáles son sus finis operantis? ¿Quizá grupos de poder económico, tecnológico, militar y político enfrentados por el control global, frente a la anarquía que se avecinada a nivel mundial tras la caída de la Unión Soviética en diciembre de 1991? Por cierto, grupos muchos de ellos abrazados a un liberalismo que entiende como un enemigo de sus intereses de grupo (ideológicos) a los actuales estados-nación canónicos. Ya se sabe: divide y vencerás. Mesa de pruebas: el mundo hispano que no sólo no es, sino que ya no sabe estar atento a las embestidas que arrecian desde la anglosfera.

Son interesantes las lecturas sobre este tema de Marino Pérez El Individuo Flotante o de Julen Robledo con su libro intitulado Contra Zizek.

Franjas no humanas del saber racional

Fecha: por: dariomartinez

Es obvio que la naturaleza salvaje, animal incluida, ha dejado de ser hostil. Una categoría científica institucionaliza y reconocida por sus hacedores y lectores como ciencia con espacio de trabajo propio se logró afianzar durante la segunda mitad del siglo XX. La etología ocupaba por fin su puesto merecido en las universidades más prestigiosas, logro afianzado con el premio Nobel de medicina de 1973. Los animales y especialmente sus conductas y habilidades más complejas eran objeto de estudio. Sus resultados un manantial de ideas para la reflexión. La distancia insalvable y esencial entre animales y hombres se diluía. Lorenz o primatólogos como los miembros del grupo de Kioto nos mostraban de forma bien argumentada y demostrada la complejidad de conductas animales derivada de sus normas, su especificidad a la hora de de adaptarse al entorno, y su eficacia en la resolución de problemas. La idea de cultura ya no era exclusivamente humana, no era un don derivado de la gracia que nos hacía únicos, por no decir más queridos por el Creador como se podría entender en la modernidad, ahora será una idea transversal, compartida y que por efecto de su reconocimiento colectivo y aupado a lo inteligible y propio de los saberes universales, elevará a los animales y los transformará en seres con voluntad, prolèpticos, con sus derechos y su necesidad ética de protección.  Insistimos, lo hasta entonces hostil, salvaje, y fuente de temor se torna benévolo. Un trueque con consecuencias. Desde este momento lo hostil y perverso será lo estrictamente humano, y por extensión lo natural será pura bondad, no intervenir una actitud axiológicamente entendida como imperativo. La naturaleza racional, sintiente, y su capacidad de conocimiento acreditada hará que los animales superiores, especialmente los primates y los animales domésticos, sean vistos como los nuevos númenes de los tiempos contemporáneos. Es una vuelta un tanto delirante a las religiones primarias (emic) y fuente originaria de la verdadera religión (Gustavo Bueno),todos sabemos que nada hay en los animales linneanos de divino (etic). Como seres sintientes luchan por evitar el dolor, todo daño, causa de sufrimiento o anulación de su bienestar voluntario será ética, y ahora jurídicamente, condenable. Los animales dejan de ser cosas, ya no sólo a nivel práctico y de manejo útil como fuente de energía para el trabajo, el alimento o el transporte, sino también a escalajurídica alcanzan la condición de seres sintientes. Su manejo además de práctico será ético lo que exigirá un curso de formación y una acreditación de buena praxis por parte de todos los ciudadanos de la correspondiente sociedad política y de derecho.

Reorientando nuestra argumentación. Retornando a la capacidad de conocimiento animal. Feijoo explicó sin las categorías científicas adecuadas por inexistentes, pero con los medios de observación,  rigor lógico y razón de su época la capacidad de los animales para actuar de acuerdo con las formas abstractas de la argumentación, propedéuticas a ojos de Aristóteles, es decir  según las reglas más exigentes de un dilema silogismo diviso que por su naturaleza necesaria, universal, e impersonal, no admite excepciones. Un perro de caza en su búsqueda de la presa elegirá entre tres posibles rutas de huida o de rastreo aquella que se ajuste a una realidad derivada de la refutación de las otras dos alternativas por ser estas vías de salida y seguimiento caminos dirigidos al error (Rodríguez Pardo, 208: 323-329). Quedaba claro que los animales domésticos no eran meros mecanismos sin voluntad (Descartes y ya antes el médico judío español Gómez Pereira) sino que eran seres capaces de dilatar el tiempo, programar de cara al futuro y elaborar conductas instintivas complejas y útiles para su supervivencia como resultado de la aceptación y visto bueno de su dueño y de su naturaleza filogenética. La selección artificial era un hecho entre las especies más directamente relacionadas con el hacer humano que Darwin supo entender a la hora de entretejer su teoría de la evolución, las especies no habían sido creadas según su esencia como se nos dice en el Génesis, las especies están sujetas a variaciones, evolucionan para adaptarse. Los principios coordinadores de la vida en general ya no serán revelados, dogmáticos, inamovibles, eternos y fundamento firme para una fe inquebrantable. Ahora serán científicos y exigirán una dialéctica de debate diferente, de cierre categorial que no clausura y que serviránpara abordar problemas nuevos que exigen soluciones cada vez más complejas e inagotables, todo ello en el ámbito de una realidad parcelada, inconmensurable e inagotable, o sea irreductible a una categoría y por tanto plural y dinámica (ontología general).

Concretando más nuestro discurrir reflexivo por el tema propuesto ¿Qué elementos diferenciadores permiten afirmar como se recoge en el texto guía sobre el tema: “Ya que el conocimiento, la racionalidad humana no es que esté a un grado mayor, es que está a otra escala, a un escala institucional, que implica una racionalidad normativa, recurrente y finalista que requiere, a su vez, de la síntesis, y por tanto del conocimiento, de cursos normativos y racionales previos” (FUNIBER VOL 1, 11) que nuestras competencias son algo más que conductas hábiles derivadas del instinto o de la impronta? Dos contenidos destacaremos, tanto culturales como biológicos, pueden ser disociados y explicados de modo independiente pero no separados que exigen ser tratados como dos momentos entreverados para que así puedan ser explicados en la totalidad de sus dimensiones. Por un lado, las manos entendidas como una segunda y tercera boca, permitiendo hacer, saber y comunicar y por otro lado el lenguaje articulado tanto oral como escrito, instituciones ambas que permiten entender al hombre como contenido propio de estudio de la antropología y no de la etología. Son las manos las que le permite cruzar el Rubicón evolutivo y es el lenguaje articulado lo que le permite ampliar el tiempo, construir un espacio antropológico tridimensional y organizar la sociedad y reorganizarla hasta alcanzar la estructura territorial, con fronteras y ciudadanos, del estado, institución sin la cual no tiene sentido hablar de política. Hoy somos seres políticos y éste es un rasgo específico del hombre, un rasgo social e histórico del que carecen los animales. Pueden ser animales sociales, al igual que el hombre, pero no pueden ser vistos y tratados, salvo reduccionismo de la política a la etología, como seres con estado y por tanto políticos. Poseen conocimiento pero no con la capacidad suficiente para construir un estado organizado desde la escritura.

Ahora en el terreno gnoseológico.Los grados de verdadno son equiparables por ser los protagonistas de su contenido temático seres sin lenguaje articulado en el caso de la biología y seres con lenguaje articulado en el de la historia. Unos cierres serán más problemáticos que otros, unas ciencias, caso de las biológicas, alcanzarán cotas de verdad en forma de leyes impersonales a la hora de tratar con contenidos animales en su relación con el entorno (biomas), relación en armonía por ser a muerte, en el límite heterótrofa, véase como una biocenosis de unas especies en lucha por la vida frente a otras, verdades de la biología más firmes y menos problemáticas por su contenido temático que aquellas las de aquellas disciplinas científicas que como la historia trabajen con reliquias y relatos en cuyos campos muchos de sus protagonistas están presentes con su hacer y su memoria, pudiendo de este modo alterar la verdad, interpretarla de forma diferente, modificarla en definitiva, al tener la opción de intervenir en el presente en marcha, en la actualidad como campo ineludible de la reflexión de naturaleza filosófica. En donde no es posible neutralizar o segregar a los sujetos temáticos o gnoseológicos los resultados en forma de verdad están más expuestos a la reelaboración, a la discusión, a la interpretación y en definitiva están irremediablemente abocados a la disputa ideológica, terreno de falsas evidencias ajenas ala crítica que por ser tratadas como axiomas ni siquiera son discutidas, y peor aún, al no ser triturados los errores instalados en los principios que coordinan de forma confusa e interesada toda una trama sistemática de pensamiento, darán como resultado una urdimbre dominadora y muy difícil de desactivar filosóficamente.

Otro asunto. Muy breve, sólo una pequeña pincelada.  Animales y arte cinematográfico. La nueva revolución animal. Personajes teriántropos como protagonistas de un operar dinámico orientado a la vehiculización de ideas fuerza que servirán de pegamento ideológico. El conocimiento animal, de forma ficticia es reconocido sin esfuerzo por el conjunto de los espectadores. La industria de Hollywood impera y así en el terreno mundano es un saber asentado y mayoritario. Lo urbano coloniza el campo, todo es perfecto a no ser que intervenga la mano del hombre. Camino hacia la ciudad total. Lo natural es puro, parece que ni es conceptualizado, ni es manipulado por el hombre. Error irrefutable. El mito de la Naturaleza a toda máquina. Los animales se humanizan incluso se personalizan, ya no sólo mueren al dejar de ser su cuerpo sin vida, ahora los animales fallecen. La adquisición de nuevos valores éticos y personales es en muchas ocasiones una vía segura  a la devaluación de la condición humana, mejor que muera el torero y no el toro.

Finalizando. El argumento zoológico logra deshacer el idealismo. No hay un una conciencia pura trascendental y exclusivamente humana que permita percibir el mundo desde lo sensible y el entendimiento con límite en lo nouménico. No hay ideas puras de la razón a priori del mundo, de la inmortalidad del alma o de Dios. El mundo a su modo también es percibido por los animales, es conocido y alterado por ellos. Construyen con sus limitaciones y adaptaciones culturalmente la realidad, no es un atributo humano esencial, hay otras formas de hiperrealidad. Pues bien, no todo ser humano durante buena parte de la modernidad  fue visto como un ser dotado de derechos naturales, agraciado, sino que fue reconocido como ganado parlante, como seres humanos con cuerpo pero sin alma, v.g. conocimiento, como una entidad vista en un plano estrictamente material, físico, si queremos no espiritual. El mecanicismo de las bestias de Descartes era una perfecta coartada ideológica. Los salvajes de otras tierras eran infrahumanos, mercancía esclava o presa de caza. Los salvajes de América eran aniquilados por su falta de capacidad para cultivar sus tierras, ser propietarios de los frutos de su trabajo. No ser cultivadores y en consecuencia propietarios los despojaba de un derecho natural básico, luego su humanidad era exterminada sin norma punitiva que protegiera su propia vida. Eran contenidos físicos con figura humano, y estas tierras, con todo lo que en ellas se incluía, estaba al servicio de los elegidos en su afán de afianzar y acometer su destino manifiesto.

Corolario. El reconocimiento de la capacidad de conocimiento animal, el poder ser tratados en rigor como seres no sólo sintientes sino raciomorfos, capaces de construir artefactos, siguiendo normas, de modo recurrente y con un propósito exitoso como nos demuestra la etología, abre vías de reflexión filosófica que no se pueden obviar: problemas de carácter bioético, ontológico, gnoseológico o como hemos tratado de forma puntual también político.

 

Bibliografía

Bueno, Gustavo. El animal divino. Pentalfa. Oviedo 1996.

  • Qué es la filosofía. Pentalfa. Oviedo. 1992

Locke, John. Ensayo sobre el gobierno civil. Capítulo V. De la propiedad, págs. 53-79. Aguilar. Buenos Aires. 1960.

Martínez Rodríguez, Darío. Camino del hombre posmoderno. El Catoblepas, número 193, otoño 2020, pág.11.

Mosterín, Jesús. ¡Vivan los animales! Capítulo VIII. La cultura de los animales, págs. 129-152. Temas de Debate. Madrid 1998.

Rodríguez Pardo, José Manuel. El alma de los brutos en el entorno del padre Feijoo. Pentalfa. Oviedo 2008.

Singer, Peter. Liberación animal. 1. Todos los animales son iguales, págs. 17-39. Taurus. Madrid 2011.

Webgrafia

Gustavo Bueno Martínez, En torno a la Ideología y la Filosofía de la Democracia. https://www.youtube.com/watch?v=1wkuaRNjbUc

José Manuel Errasti, Los hombres y los animales: https://www.youtube.com/watch?v=YoXbOU3i0Y4